Llegamos en avión desde Londres. Luego de discutir un ratito con Tam nos tomamos un micro que nos dejó muy cerca de la casa de David, nuestro anfitrión de la ciudad catalana de Barcelona.
No puedo encontrar palabras para describir esta ciudad. Su hermosura se manifiesta en las calles a partir de la arquitectura de fin del siglo 19 y principios del 20, en edificios como La Pedrera de Gaudí, o la iglesia de la Sagrada Familia (también de Gaudí) o el parque Güell (Gaudí también). Es decir, hay un montón de museos, pero no es necesario entrar a ellos para encontrarse con el arte característico de Barcelona.
Aquí nos quedamos cuatro días. Bah, tres y medio. Esta vez elegimos hacer el bus turístico, porque las distancias a cubrir en Barcelona son bastante grandes. El bondi este es una pegada en ciertos destinos, y este es uno de ellos.
Pudimos ver el museo de arte moderno, la Pedrera, el parque Güell y mucho mas. Pasamos por la Sagrada Familia y nos maravilló, pero no al nivel de La Pedrera. Y todo sin perder tiempo caminando o tomando innecesarios colectivos o subtes. Disfrutamos mucho de la rambla (la común y la de mar), el mercado de La Boquería y la mayoría de las secciones del monte Montjuic.
Esta ciudad le ganó a Paris en belleza, pero por dos pelos, y creo que fue porque simplemente me parece que hay lugar para la gente normal. Paris parece mas para ricos, o gente de muuuucha guita. Quizás tenga que volver a cada ciudad para verificarlo, no?
Bueno, Barcelona tiene de todo, hasta una playa, que incluye su sector nudista. Tetas, culos, pitos y vaginas. Inclusive había pibes pequeños y nadie se horrorizaba.
Ah, la barceloneta, el barrio de la playa. Barrio lindo, al lado del mar, súper copado, lleno de vida y variedad. Hizo que nuestro último día en la ciudad fuera inolvidable.
Partimos de ahí hacia Granada, en un coche nocturno, pero esta vez, la experiencia fue diferente...
domingo, 9 de octubre de 2011
martes, 4 de octubre de 2011
Europa - Florencia
Llegamos y gracias al GPS pudimos llegar al hostel rápidamente. Esta vez nos toco hospedarnos en uno mas juvenil, es decir, lleno de pendejos barderos insoportables. Si, ya estamos viejos para ir a hostels.
Bueno, Tam estaba mal con la gamba así que lo tomamos con soda. Recorrimos mucho de Florencia, me subí al domo y contemplé la vista. Hermosa ciudad. Antigua, llena de estatuas, fuentes y monumentos. Mas iglesias que nunca.
Tomamos algún helado y sacamos los pasajes para Venecia y Paris. Fue un día mas que nada de pasear y admirar el arte de la ciudad, pero tranquilos.
A la noche comimos en el hostel y nos fuimos a dormir. Dios, qué quilombo! Fiesta en el mismo hostel hasta no que qué hora de la madrugada. Un desastre. Dormimos como el culo...
Al otro día nos levantamos y nos fuimos a la terminal para tomar el tren a Venecia.
Los tanos son copados, pero tienen el mismo problema que los africanos e hindúes inmigrantes. No saben qué es el desodorante. En este viaje he olido los peores olores a chivo de mi vida. Los peores...
NOTA: no deja pasar tanto tiempo porque después no me acuerdo de lo que hicimos.
Bueno, Tam estaba mal con la gamba así que lo tomamos con soda. Recorrimos mucho de Florencia, me subí al domo y contemplé la vista. Hermosa ciudad. Antigua, llena de estatuas, fuentes y monumentos. Mas iglesias que nunca.
Tomamos algún helado y sacamos los pasajes para Venecia y Paris. Fue un día mas que nada de pasear y admirar el arte de la ciudad, pero tranquilos.
A la noche comimos en el hostel y nos fuimos a dormir. Dios, qué quilombo! Fiesta en el mismo hostel hasta no que qué hora de la madrugada. Un desastre. Dormimos como el culo...
Al otro día nos levantamos y nos fuimos a la terminal para tomar el tren a Venecia.
Los tanos son copados, pero tienen el mismo problema que los africanos e hindúes inmigrantes. No saben qué es el desodorante. En este viaje he olido los peores olores a chivo de mi vida. Los peores...
NOTA: no deja pasar tanto tiempo porque después no me acuerdo de lo que hicimos.
lunes, 3 de octubre de 2011
Europa - Londres
Llegamos a Londres luego de cambiar trenes en Lille, que está en la frontera norte de Francia. Ahí subimos al Eurostar, el tren súper rápido que pasa por debajo del mar para dejarnos en Londres. Loco, no?
Dejamos las cosas en la estación y nos fuimos al museo británico. Este museo me pareció muy interesante. Muy bien organizado y completo. Podría decir que aprendimos algo y todo! Eso si, se robaron algo de cada parte del mundo. Llenos de piezas que datan de la época de Babilonia hasta la actualidad. Y gratis.
Por la tarde hicimos el check in en el depto de Florin Ivan, un rumano que vive en Londres pero ha viajado por muchos lugares. Buena onda, pero nada que ver con la onda de Sandie en Paris. Nos dio información, de la buena, y nunca escatimó en detalles. Muy dado. A pesar de eso la onda no fue la mejor, quizás porque nosotros no estamos ya para la charla. El cansancio ya está presente y cada segundo de descanso es utilizado y requerido.
Los días fueron muy nublados, como era de esperarse en una ciudad con la fama de esta, y por primera vez en el viaje nos cagamos de frío. Campera, buzo y demás, para poder aguantar las ráfagas se viento que soplaban esporádicamente.
En nuestra estadía en Camden Town visitamos algunos museos, como el de Ciencias y hasta el mercado del propio barrio que es muy conocido por sus precios y su estilo loco. El Camden Market es muy bonito y lleno de vida rockera: tatuadores, ropa variada y a veces única, looks góticos, y lo que se te ocurra.
También vimos Rock Of Ages en el Picadilly Circus. Mentira, en Leicester Square, que es el mismo lugar donde se pueden comprar entradas "más baratas". Baratas las ganas, pero no tan caras como en la taquilla. Estuvo bueno porque conseguimos bien cerca, en tercera fila, y pudimos pasar dos horas cantando canciones de los 80, a puro hard rock y disfrutando de una historia obvia pero bonita. Nos acordamos del gordo Mati mucho en este contexto tan maraca. Te daban de regalo encendedores linterna para usarlos como en las baladas.
Recorrimos bastante mas. Pasamos por la mayoría de los lugares obvios como el puente de Londres, el Big Ben y la mar en coche. Estoy escribiendo lo que recuerdo en Madrid mientras espero a Tam, así que seguro que olvido mucho. Con las fotos seguro se complementará.
Hicimos mucho, caminamos innumerable cantidad de cuadras, pero nos faltaron lugares. Nos dimos cuenta de lo jodido que es parar unos pocos días en cada destino. Creo que lo ideal sería ir mas días a menos ciudades y conocerlos a fondo, o al menos un poco más que lo que estamos haciendo ahora. Ojo, no reniego, sino que entiendo que de los errores se aprende mucho, y la próxima será mejor, con menos transbordos y maletas quizás.
Los días se nos pasaron volando y el sábado a la mañana ya nos tuvimos que ir a Barcelona, dejando la casa de Florin a las 4 de la matina. Error de principiante. Si el vuelo sale a las 7 tenés que estar de una a dos horas antes en el Aeropuerto, mas el tiempo que necesitas para llegar y despertarte: no es humano despertarse tan temprano. Ganás horas pero perdés energía que no recuperás con un par de horas de sueño (la explicación de mi agotamiento al día de hoy).
En fin, taxi al aeropuerto y a tomarnos el avioncito a la ciudad de Gaudí y Miró.
Dejamos las cosas en la estación y nos fuimos al museo británico. Este museo me pareció muy interesante. Muy bien organizado y completo. Podría decir que aprendimos algo y todo! Eso si, se robaron algo de cada parte del mundo. Llenos de piezas que datan de la época de Babilonia hasta la actualidad. Y gratis.
Por la tarde hicimos el check in en el depto de Florin Ivan, un rumano que vive en Londres pero ha viajado por muchos lugares. Buena onda, pero nada que ver con la onda de Sandie en Paris. Nos dio información, de la buena, y nunca escatimó en detalles. Muy dado. A pesar de eso la onda no fue la mejor, quizás porque nosotros no estamos ya para la charla. El cansancio ya está presente y cada segundo de descanso es utilizado y requerido.
Los días fueron muy nublados, como era de esperarse en una ciudad con la fama de esta, y por primera vez en el viaje nos cagamos de frío. Campera, buzo y demás, para poder aguantar las ráfagas se viento que soplaban esporádicamente.
En nuestra estadía en Camden Town visitamos algunos museos, como el de Ciencias y hasta el mercado del propio barrio que es muy conocido por sus precios y su estilo loco. El Camden Market es muy bonito y lleno de vida rockera: tatuadores, ropa variada y a veces única, looks góticos, y lo que se te ocurra.
También vimos Rock Of Ages en el Picadilly Circus. Mentira, en Leicester Square, que es el mismo lugar donde se pueden comprar entradas "más baratas". Baratas las ganas, pero no tan caras como en la taquilla. Estuvo bueno porque conseguimos bien cerca, en tercera fila, y pudimos pasar dos horas cantando canciones de los 80, a puro hard rock y disfrutando de una historia obvia pero bonita. Nos acordamos del gordo Mati mucho en este contexto tan maraca. Te daban de regalo encendedores linterna para usarlos como en las baladas.
Recorrimos bastante mas. Pasamos por la mayoría de los lugares obvios como el puente de Londres, el Big Ben y la mar en coche. Estoy escribiendo lo que recuerdo en Madrid mientras espero a Tam, así que seguro que olvido mucho. Con las fotos seguro se complementará.
Hicimos mucho, caminamos innumerable cantidad de cuadras, pero nos faltaron lugares. Nos dimos cuenta de lo jodido que es parar unos pocos días en cada destino. Creo que lo ideal sería ir mas días a menos ciudades y conocerlos a fondo, o al menos un poco más que lo que estamos haciendo ahora. Ojo, no reniego, sino que entiendo que de los errores se aprende mucho, y la próxima será mejor, con menos transbordos y maletas quizás.
Los días se nos pasaron volando y el sábado a la mañana ya nos tuvimos que ir a Barcelona, dejando la casa de Florin a las 4 de la matina. Error de principiante. Si el vuelo sale a las 7 tenés que estar de una a dos horas antes en el Aeropuerto, mas el tiempo que necesitas para llegar y despertarte: no es humano despertarse tan temprano. Ganás horas pero perdés energía que no recuperás con un par de horas de sueño (la explicación de mi agotamiento al día de hoy).
En fin, taxi al aeropuerto y a tomarnos el avioncito a la ciudad de Gaudí y Miró.
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