Israel - Día 01 - Viajando, disfrutando

Día raro. Corrimos todo el día porque se nos había acumulado un montón de cosas pendientes antes de la salida. Que cortarme el pelo, que cambiar unos últimos mangos, que pin pan pun. Lo que sucedió es que finalmente llegamos los dos a casa a las 18 en punto, justo cuando Eze y Carla habían dicho que nos pasaban a  buscar para ir a Ezeiza. Para hacerla corta les digo que salimos tarde pero igualmente llegamos muy bien.

El avión salió de la Terminal C, el nuevo edificio de Ezeiza. Muy bonito y moderno. Apenas terminamos de hacer migraciones subimos a esperar el embarque y vimos que nuestro vuelo era el más concurrido, con una asistencia de una 600 personas, según mis cálculos. Respiramos hondo y nos la aguantamos. Por suerte había otros lugares para sentarse, mucho menos concurridos.

Esperando el metro, hacia Madrid

Recién bajado del avión, en Barajas

Subimos, soportamos el viaje lo mejor posible, y arribamos a la Madre Patria. A las 16:00 (hora local) estábamos corriendo por los pasillos de Barajas tratando de coger el Metro hacia Madrid. Dado que teníamos 6 horas entre un vuelo y otro decidimos tratar de hacer la locura de ir a comer algo a la Puerta del Sol. Nos subimos al Metro, cual turistas alterados, y combinamos dos veces para llegar hasta allí.

Puerta del sol, con mi sol

Zarpado sanguche de Jamón Serrano en el Museo del Jamón. 

Tam y sus tostaditas con mermelada en el Museo del Jamón

No les puedo explicar la emoción al asomarnos a la plaza. Un calor de hostias. La plaza llena de gente, explotando de gente... y nosotros ahí, escuchando gilipolleces, mirando el Corte Inglés y buscando el Museo del jamón, donde un compañero de viaje nos había indicado que era económico para comer algorápido y al paso. Si van a Madrid, no pueden dejar de visitarlo. Por 7.50 euros nos comimos cada uno una merienda. El sanguchito que yo me pedí de jamón era para chuparse los dedos. Pagamos y nos fuimos a volteretear por ahí.

De esto, miles, aunque no por ello poco inspirador. 

Lucas y su nueva panza

En la puerta del Metro de Madrid, estación Sevilla

Ay, ella... tan viajera. 

De golpe, miramos el reloj y nos dimos cuenta de lo obvio: El tiempo vuela, y más si la estás pasando bien. Deshicimos el viaje en Metro y luego de saltar de terminal en terminal pudimos arribar a la Terminal 4, donde luego de muchas preguntas nos dejaron hacer el check-in en ElAl, para nuestro vuelo inminente a Tel Aviv. Corrimos como locos hasta la terminal S a la que se llegaba en tren. Más preguntas, más dudas, pero llegamos. Ojo, nos tiraron algunas cosas que podían "ser peligrosas", pero bueno, es el precio de hacer este viaje increíble.

Tam en una fuenta en la Puerta del Sol

Viajando en el tren del aeropuerto de Barajas, terminal T4. 

Llegamos a Tel Aviv luego de casi 5 horas de viaje y por suerte estaban los tíos de Tam, que nos hicieron la gamba dándonos un lugar en su casa. Muy copados ellos... Muy loco Israel también.